Después de la tormenta llega... Expedia
Revenue 03/05/2019
Expedia lanza su propio igualador de precios para anular los efectos del Early Payment Benefit de Booking.
Cuando parecía, por fin, que empezábamos a hacer balance, a entender y a asimilar las consecuencias del devastador terremoto “Early Payment Benefit”, de Booking.com, y que las arduas labores de reconstrucción de nuestras estrategias de revenue management, tras meses de trabajo, comenzaban a dar sus frutos y a mostrar los primeros atisbos de recuperación, todo parece indicar que nuestro particular sismógrafo de la distribución, Price Seeker v3, ha vuelto a detectar lo que, a todas luces, parece un movimiento de gran intensidad. Esta vez el temblor viene de la mano de Expedia que, según hemos podido constatar, ha puesto en marcha una estrategia de equiparación de precios con Booking para anular los efectos de Early Payment Benefit.
Hasta donde sabemos, la nueva funcionalidad que nos hemos encontrado choca frontalmente con los intereses de su histórico antagonista, y lo hace además dándole a probar de su propia medicina: mediante igualación. Del mismo modo que ocurriera en febrero, nosotros lo hemos detectado gracias a una disparidad de Booking, chivada por Price Seeker v3 (nuestro rate shopper). De su posterior análisis surgió el descubrimiento de otra disparidad idéntica, esta vez por parte de Expedia. Ahora sabemos que la segunda era consecuencia directa de la primera.
En cuanto a su modus operandi, parece sencillo. Si un hotel experimenta una bajada de precio producto del Early Payment Benefit, ocasionalmente Expedia iguala ese precio, asegurándose al menos la paridad, y le ofrece al usuario la posibilidad de abonar en línea la reserva para disfrutar de la mejora de precio. ¿Es un “déjà vu”? No, es lo que nosotros llamamos rizar el rizo.
También en este caso, será la OTA la que procese los detalles del pago (el ya conocido “Expedia Collect” donde el hotel recibe el importe neto y desconoce el PVP), y la igualación será susceptible de aplicarse a todo tipo de reservas, no solo a no reembolsables. Según nuestros informadores, Expedia accederá a desactivar la funcionalidad siempre que se deshabilite el pago mediante tarjeta de crédito virtual en Booking. Más claros y más directos no pueden ser.
Por enésima vez, queda constatado que los principales actores de la distribución se siguen los unos a los otros muy de cerca, sin perder detalle. Cada paso que dan, cada decisión que toman, se idea con el objetivo de restarle protagonismo y peso a sus rivales más directos, aunque de camino perjudiquen también a muchos otros miembros secundarios del reparto.
Así, cuando en febrero del presente año alertamos de un inédito movimiento de Booking contra la venta directa, ellos siempre alegaron en su defensa que dicha funcionalidad no pretendía dañar al hotelero, sino todo lo contrario. Justificaron su puesta en marcha apelando a la responsabilidad y al compromiso adquirido por sus clientes de cumplir con las exigencias del score de paridad de su plataforma, una cifra calculada en base al precio del hotel en el conjunto de sus canales de venta (incluido el canal directo). Una medida que, desde su punto de vista, debería favorecer las ventas. Está claro, pero… no a través de la web oficial.
La realidad es que, detrás de todo aquello, lo que realmente primaba era la importancia, y su intención, de poder seguir ofreciendo el mejor precio online, aun a costa de ver reducidas sus comisiones. Y su principal competidor, Expedia, que probablemente se sintió identificada también como víctima colateral de sus fechorías, no ha tardado en tomar nota y actuar en consecuencia.
Como si de una réplica de mal gusto de aquel primer seísmo se tratará, el impacto de esta recientemente implantada política de igualación de precios amenaza con volver a cebarse con los más desfavorecidos, los hoteleros. Inmersos todavía en ese habitual estado de confusión y desinformación, tan común después de atravesar una catástrofe de semejante magnitud, que arrasó con toda una serie de erróneas asunciones y principios preestablecidos, hay claros indicios de que este nuevo fenómeno es consecuencia directa del anterior, y las primeras investigaciones arrojan conclusiones que vuelven a tambalear los cimientos de la venta directa.
Cuando parecía, por fin, que empezábamos a hacer balance, a entender y a asimilar las consecuencias del devastador terremoto “Early Payment Benefit”, de Booking.com, y que las arduas labores de reconstrucción de nuestras estrategias de revenue management, tras meses de trabajo, comenzaban a dar sus frutos y a mostrar los primeros atisbos de recuperación, todo parece indicar que nuestro particular sismógrafo de la distribución, Price Seeker v3, ha vuelto a detectar lo que, a todas luces, parece un movimiento de gran intensidad. Esta vez el temblor viene de la mano de Expedia que, según hemos podido constatar, ha puesto en marcha una estrategia de equiparación de precios con Booking para anular los efectos de Early Payment Benefit.
Hasta donde sabemos, la nueva funcionalidad que nos hemos encontrado choca frontalmente con los intereses de su histórico antagonista, y lo hace además dándole a probar de su propia medicina: mediante igualación. Del mismo modo que ocurriera en febrero, nosotros lo hemos detectado gracias a una disparidad de Booking, chivada por Price Seeker v3 (nuestro rate shopper). De su posterior análisis surgió el descubrimiento de otra disparidad idéntica, esta vez por parte de Expedia. Ahora sabemos que la segunda era consecuencia directa de la primera.
En cuanto a su modus operandi, parece sencillo. Si un hotel experimenta una bajada de precio producto del Early Payment Benefit, ocasionalmente Expedia iguala ese precio, asegurándose al menos la paridad, y le ofrece al usuario la posibilidad de abonar en línea la reserva para disfrutar de la mejora de precio. ¿Es un “déjà vu”? No, es lo que nosotros llamamos rizar el rizo.
También en este caso, será la OTA la que procese los detalles del pago (el ya conocido “Expedia Collect” donde el hotel recibe el importe neto y desconoce el PVP), y la igualación será susceptible de aplicarse a todo tipo de reservas, no solo a no reembolsables. Según nuestros informadores, Expedia accederá a desactivar la funcionalidad siempre que se deshabilite el pago mediante tarjeta de crédito virtual en Booking. Más claros y más directos no pueden ser.
Por enésima vez, queda constatado que los principales actores de la distribución se siguen los unos a los otros muy de cerca, sin perder detalle. Cada paso que dan, cada decisión que toman, se idea con el objetivo de restarle protagonismo y peso a sus rivales más directos, aunque de camino perjudiquen también a muchos otros miembros secundarios del reparto.
Así, cuando en febrero del presente año alertamos de un inédito movimiento de Booking contra la venta directa, ellos siempre alegaron en su defensa que dicha funcionalidad no pretendía dañar al hotelero, sino todo lo contrario. Justificaron su puesta en marcha apelando a la responsabilidad y al compromiso adquirido por sus clientes de cumplir con las exigencias del score de paridad de su plataforma, una cifra calculada en base al precio del hotel en el conjunto de sus canales de venta (incluido el canal directo). Una medida que, desde su punto de vista, debería favorecer las ventas. Está claro, pero… no a través de la web oficial.
La realidad es que, detrás de todo aquello, lo que realmente primaba era la importancia, y su intención, de poder seguir ofreciendo el mejor precio online, aun a costa de ver reducidas sus comisiones. Y su principal competidor, Expedia, que probablemente se sintió identificada también como víctima colateral de sus fechorías, no ha tardado en tomar nota y actuar en consecuencia.
Como si de una réplica de mal gusto de aquel primer seísmo se tratará, el impacto de esta recientemente implantada política de igualación de precios amenaza con volver a cebarse con los más desfavorecidos, los hoteleros. Inmersos todavía en ese habitual estado de confusión y desinformación, tan común después de atravesar una catástrofe de semejante magnitud, que arrasó con toda una serie de erróneas asunciones y principios preestablecidos, hay claros indicios de que este nuevo fenómeno es consecuencia directa del anterior, y las primeras investigaciones arrojan conclusiones que vuelven a tambalear los cimientos de la venta directa.