El verde multiplica las reservas, y los rebrotes disparan las cancelaciones
Marketing 02/07/2021Y por fin se hizo la luz… ¡verde! Hoy, día 2 de julio, se cumple una semana desde que el gobierno de Boris Johnson anunciara el avance de las Islas Baleares, del color ámbar al verde, en su popular y polémico semáforo sanitario.
Si los criterios a los que ha atendido este repentino cambio de opinión son exclusivamente sanitarios es algo que nunca sabremos, pero todo parece indicar que los ministerios implicados en este viraje de rumbo, de algún modo, han cedido a las presiones y a la inconformidad, tanto de sus ciudadanos, como de la Asociación de Agencias de Viajes Británicas, en relación con los rígidos protocolos de seguridad y de prevención impuestos a quienes, en contra de las recomendaciones, decidieran visitar un destino catalogado como “no seguro”. En todo caso, no queríamos dejar pasar la oportunidad de analizar el impacto de una decisión de esta magnitud.
Baleares es, a día de hoy, el único territorio nacional autorizado a recibir turistas británicos libres de cuarentenas. Una situación que ha provocado sentimientos enfrentados pues, si bien se trata de un gran paso para el sector turístico español, al abrirse de par en par la puerta de entrada a nuestro país a uno de nuestros principales mercados emisores, otras comunidades habían especulado también con la posibilidad de ser incluidos, por fin, en la lista de destinos seguros, y no vieron satisfechas sus expectativas.
Nuestra experiencia nos ha enseñado que el reflejo, en la intención de compra y en las reservas, de las decisiones y declaraciones institucionales de esta naturaleza es inminente. Lo constatamos en 2020, inmersos de lleno en pleno proceso de desescalada (el estudio que publicamos entonces fue especialmente revelador en este sentido), y de nuevo en 2021, cuando Pedro Sánchez se encargó de informar al resto del mundo de que España abriría sus fronteras al turismo internacional a partir del mes de julio. ¡Tendríamos verano!
En esta ocasión, no ha sido diferente. Hemos recurrido a nuestro Business Intelligence para analizar el ritmo de las búsquedas y de las reservas del mercado británico para cualquiera de las islas del archipiélago balear (Mallorca, Menorca, Ibiza, etc.), comparando la semana del 25 de al 1 de julio (de viernes a jueves), con la inmediatamente anterior, del 18 al 24 de junio:
- Búsquedas: +148%
- Reservas: +127%
- Room Nights: +89%
- Ventas: +56%
- Ratio de Conversión: 5,5% (sin alteraciones entre periodos)
A simple vista, podemos apreciar cómo, tanto las búsquedas como las reservas, han experimentado incrementos muy relevantes, que se han traducido en casi el doble de room nights y una subida muy importante en las ventas. Profundicemos en estos a datos a través de las siguientes gráficas:
Las gráficas de la intención de compra muestran como buena parte de las búsquedas se concentran en el mes de julio, algo durante agosto y muy poco de septiembre en adelante, confirmando esa tendencia cortoplacista que viene imponiéndose desde que la incertidumbre forma parte del día a día de los viajeros.
El número de consultas no satisfechas, como puede apreciarse en color rojo, es casi residual, síntoma de que los hoteles conocen bien a sus huéspedes y están preparados para recibirlos. En lo relativo a la comparativa de ambas semanas, quedan muy patentes esos picos de incrementos, sobre todo durante los primeros días de julio, tendencia que se mantiene durante todo el mes, como ya anticipábamos.
En lo relativo a las ventas, del 25 de junio, fecha en la que Boris Johnson hizo pública la noticia de que las Islas Baleares pasaban de ámbar a verde, hasta el 1 de julio, las reservas experimentaron un incremento del 127% con respecto a la semana anterior. Hasta ahí, todo de acuerdo a lo esperado. Del mismo modo que sucedía con las búsquedas, el grueso de las reservas se concentra durante el mes de julio. De ahí en adelante, volvemos a apreciar como van cayendo drásticamente según nos adentramos en agosto, septiembre, octubre, etc.
Sin embargo, las gráficas nos revelan una preocupante realidad a la que no habíamos aludido todavía: esas barras rojas representan las cancelaciones. Y es que la repercusión mediática de los rebrotes surgidos en Mallorca, presuntamente como consecuencia de los viajes de fin de curso y del criticado concierto en la plaza de toros, ha impactado de manera directa en los viajeros. Es ahí donde encontramos la justificación a un número tan desproporcionado de cancelaciones, que llegan a multiplicarse por seis con respecto a la semana anterior. Desgraciadamente, no ha sido la única consecuencia… Solo 5 días después de su categorización como destino seguro, las Islas Baleares pasaron a formar parte de otra lista no tan deseable, la llamada “Green Watch List”, de la que forman parte destinos susceptibles de ser devueltos al color ámbar.
Habrá que permanecer muy atentos a los próximos días, pues el futuro de la temporada estival en las Islas Baleares, y en el resto del país, dependerá de la evolución de focos como este y de la gestión que de los mismos hagan las autoridades sanitarias. La pandemia no está superada, ni mucho menos. El virus sencillamente ha cambiado de perfil de huésped preferente, cebándose ahora con los más jóvenes. Por tanto, seguimos apelando a la prudencia, no solo para salvar el turismo, sino para seguir manteniendo la situación bajo control y no echar por tierra todo el trabajo y el esfuerzo llevados a cabo para llegar hasta donde hemos llegado.