Los motores de reservas hoteleros se fijan en el sector del camping
Motor de Reservas 25/03/2024
El buen tiempo va acompañado de las ganas de alejarse del ruido de los coches, del bullicio y de la rutina. Escapar a la naturaleza durante unos días se convierte en uno de los principales deseos de esta era en la que ser o no aventurero ya no es la cuestión. Los precios presuntamente competitivos (ya veremos que no tanto en la actualidad) y la modernización de los servicios, han favorecido que la idea de cargar el coche y huir con el objetivo de entrar en contacto directo con el entorno, ya sea en la playa, el campo o la montaña, cada vez ronde más la cabeza del viajero.
El sector del camping se ha convertido en el gran triunfador del turismo en los últimos tiempos, modificando los hábitos de muchos viajeros, que han decidido cambiar las grandes edificaciones turísticas por estos nuevos “hoteles horizontales”. Estos coquetos alojamientos independientes construidos, a menudo, a base de lonas y palos, están de moda, y los datos así lo corroboran.
La evolución positiva de este sector en los últimos años no se ve únicamente reflejada en el crecimiento de las cifras, sino también en el nacimiento y la proliferación de nuevas especialidades alojativas. La idea de llamar por teléfono al camping para consultar la disponibilidad de parcelas, preparar el coche e ir con los dedos cruzados durante todo el viaje esperando que al llegar no se hayan acabado los espacios libres, continúa siendo una realidad entre los campistas, pero cada vez menos. Una incertidumbre, no apta para todos los públicos, que ha empujado a este tipo de alojamiento a reinventarse hasta dar con el concepto de “glamping”, término cada vez más extendido, que ha logrado fusionar conceptos, a priori, muy alejados entre sí, como glamour y camping.
Situando su origen aproximadamente en el año 2020, el glamping ha llevado las comodidades asociadas tradicionalmente a los hoteles a las ubicaciones privilegiadas de los campings. Además, la variedad de formatos de alojamiento tampoco deja de renovarse y, actualmente, ya incluye algunos como bungalows, tiendas montadas de diversas categorías, cabañas, apartamentos-contenedores, caravanas estáticas, burbujas de diseño, etc. Todos estos cambios se pueden hacer extensibles a los nuevos públicos que se ven seducidos por este flamante abanico de opciones. Si antes primaban las familias y los jubilados, cada vez es más habitual que las parejas y los jóvenes apuesten por esta alternativa de escapada.
La mayoría de campings han adaptado sus instalaciones y productos a los diferentes perfiles de viajeros, pero, en cuanto a la tecnología, la digitalización, la experiencia de usuario y la forma de hacer revenue management, en muchos casos, el cambio sigue un ritmo más pausado, a pesar de que su operativa, e incluso sus huéspedes, se asemeja más a día de hoy a la de un hotel que a la del concepto tradicional de camping.
Paradójicamente, la casuística de los campings es muy particular, y aunque su modo habitual de gestionar las reservas, visto desde fuera, pudiera ser calificado de rudimentario, lo cierto es que su cuota de venta directa suele ser muy alta, por encima del 60%, debido en gran medida a su reducida red de distribución. De hecho, la mayoría de estos alojamientos han venido canalizando todo su flujo de huéspedes por medio de peticiones (sin confirmación inmediata) a través de su página web y del canal de voz.
Pero entonces, ¿qué pueden aportar la tecnología y el know how de proveedores más especializados en establecimientos hoteleros? En nuestra opinión, mucho. Todos los cambios que hemos venido comentando hasta ahora van acompañados de un incremento del nivel de exigencia por parte de los huéspedes, y esas nuevas expectativas deben ser satisfechas en cada una de las fases de la experiencia del huésped, empezando por el proceso de reserva.
Dicho de otro modo, la nueva especie de visitantes está dispuesta a pagar más, pero ya no se limita a cargar su mochila a la espalda y rezar para encontrar una parcela sin ocupar. Ahora valoran, incluso demandan, un pavimento perfectamente asfaltado por el que poder deslizar las cuatro ruedas de su maleta de última generación, cambian el saco de dormir por impolutas sábanas que visten camas matrimoniales y renuncian a los fríos baños e instalaciones compartidas, a cambio de coquetos aseos y pequeños espacios privados que solo comparten con sus acompañantes.
Obviamente, no todas las tecnológicas tienen la capacidad (ni el interés) de acometer los cambios necesarios para adaptar sus productos a las necesidades de los campings y los glampings. Pero para las que estén dispuestas a destinar recursos a estos menesteres, quizá les anime saber que España cuenta con alrededor de 1.190 unidades alojativas de estas características, la mayoría administradas por sus propietarios o por gestores individuales. Latinoamérica también se ha sumado al éxito del camping glamuroso. A principios del año pasado se contabilizaron 202 glampings activos en el Registro Nacional de Turismo (RNT) en Colombia, la mayoría de ellos ubicados principalmente en Antioquia, Caldas y Quindío. México no se ha quedado atrás. En 2023, a la Asociación Mexicana de Glampings (AMG) se sumaban más de 130 alojamientos de esas características presentes en todo el territorio, especialmente en Baja California, Baja California Sur y Jalisco.
Aunque en lo relativo al incremento de las reservas directas como tal no resulte tan sencillo obtener resultados tan potentes como en otras tipologías de establecimiento, la tecnología sí puede favorecer un cambio en la manera de hacer revenue, de fomentar la fidelización, de favorecer un booking pace más controlado, de incrementar el ticket medio, de optimizar el proceso de compra, de profesionalizar la atención telefónica, de mejorar la reputación online o de controlar la estrategia de pricing, tanto de los competidores, como en sus canales de distribución que, con las nuevas modalidades alojativas, están ganando cierto protagonismo.
Nosotros hemos dado el salto con el lanzamiento de Paraty Campings, que fusiona lo mejor del motor de reservas para hoteles y cadenas, con funcionalidades y módulos específicamente desarrollados para este sector. Como, por ejemplo, la posibilidad de aplicar un precio base por capacidad, que es el que se toma como referencia para la tipología de alojamiento seleccionada, pudiendo añadir todo lo demás a modo de extra o servicio adicional, o un avanzado sistema de filtrado por niveles, que facilita al usuario tanto escoger entre los distintos tipos de alojamiento disponibles (parcelas, bungalows, glamping, etc.), como atinar al máximo en su selección. Y esto es solo la punta del iceberg…
El sector del camping se ha convertido en el gran triunfador del turismo en los últimos tiempos, modificando los hábitos de muchos viajeros, que han decidido cambiar las grandes edificaciones turísticas por estos nuevos “hoteles horizontales”. Estos coquetos alojamientos independientes construidos, a menudo, a base de lonas y palos, están de moda, y los datos así lo corroboran.
La irrupción del glamping, determinante
La evolución positiva de este sector en los últimos años no se ve únicamente reflejada en el crecimiento de las cifras, sino también en el nacimiento y la proliferación de nuevas especialidades alojativas. La idea de llamar por teléfono al camping para consultar la disponibilidad de parcelas, preparar el coche e ir con los dedos cruzados durante todo el viaje esperando que al llegar no se hayan acabado los espacios libres, continúa siendo una realidad entre los campistas, pero cada vez menos. Una incertidumbre, no apta para todos los públicos, que ha empujado a este tipo de alojamiento a reinventarse hasta dar con el concepto de “glamping”, término cada vez más extendido, que ha logrado fusionar conceptos, a priori, muy alejados entre sí, como glamour y camping.
Situando su origen aproximadamente en el año 2020, el glamping ha llevado las comodidades asociadas tradicionalmente a los hoteles a las ubicaciones privilegiadas de los campings. Además, la variedad de formatos de alojamiento tampoco deja de renovarse y, actualmente, ya incluye algunos como bungalows, tiendas montadas de diversas categorías, cabañas, apartamentos-contenedores, caravanas estáticas, burbujas de diseño, etc. Todos estos cambios se pueden hacer extensibles a los nuevos públicos que se ven seducidos por este flamante abanico de opciones. Si antes primaban las familias y los jubilados, cada vez es más habitual que las parejas y los jóvenes apuesten por esta alternativa de escapada.
Otra forma de vender, otra experiencia de usuario, gracias a la tecnología
La mayoría de campings han adaptado sus instalaciones y productos a los diferentes perfiles de viajeros, pero, en cuanto a la tecnología, la digitalización, la experiencia de usuario y la forma de hacer revenue management, en muchos casos, el cambio sigue un ritmo más pausado, a pesar de que su operativa, e incluso sus huéspedes, se asemeja más a día de hoy a la de un hotel que a la del concepto tradicional de camping.
Paradójicamente, la casuística de los campings es muy particular, y aunque su modo habitual de gestionar las reservas, visto desde fuera, pudiera ser calificado de rudimentario, lo cierto es que su cuota de venta directa suele ser muy alta, por encima del 60%, debido en gran medida a su reducida red de distribución. De hecho, la mayoría de estos alojamientos han venido canalizando todo su flujo de huéspedes por medio de peticiones (sin confirmación inmediata) a través de su página web y del canal de voz.
Pero entonces, ¿qué pueden aportar la tecnología y el know how de proveedores más especializados en establecimientos hoteleros? En nuestra opinión, mucho. Todos los cambios que hemos venido comentando hasta ahora van acompañados de un incremento del nivel de exigencia por parte de los huéspedes, y esas nuevas expectativas deben ser satisfechas en cada una de las fases de la experiencia del huésped, empezando por el proceso de reserva.
Dicho de otro modo, la nueva especie de visitantes está dispuesta a pagar más, pero ya no se limita a cargar su mochila a la espalda y rezar para encontrar una parcela sin ocupar. Ahora valoran, incluso demandan, un pavimento perfectamente asfaltado por el que poder deslizar las cuatro ruedas de su maleta de última generación, cambian el saco de dormir por impolutas sábanas que visten camas matrimoniales y renuncian a los fríos baños e instalaciones compartidas, a cambio de coquetos aseos y pequeños espacios privados que solo comparten con sus acompañantes.
Obviamente, no todas las tecnológicas tienen la capacidad (ni el interés) de acometer los cambios necesarios para adaptar sus productos a las necesidades de los campings y los glampings. Pero para las que estén dispuestas a destinar recursos a estos menesteres, quizá les anime saber que España cuenta con alrededor de 1.190 unidades alojativas de estas características, la mayoría administradas por sus propietarios o por gestores individuales. Latinoamérica también se ha sumado al éxito del camping glamuroso. A principios del año pasado se contabilizaron 202 glampings activos en el Registro Nacional de Turismo (RNT) en Colombia, la mayoría de ellos ubicados principalmente en Antioquia, Caldas y Quindío. México no se ha quedado atrás. En 2023, a la Asociación Mexicana de Glampings (AMG) se sumaban más de 130 alojamientos de esas características presentes en todo el territorio, especialmente en Baja California, Baja California Sur y Jalisco.
Paraty Campings como respuesta
Aunque en lo relativo al incremento de las reservas directas como tal no resulte tan sencillo obtener resultados tan potentes como en otras tipologías de establecimiento, la tecnología sí puede favorecer un cambio en la manera de hacer revenue, de fomentar la fidelización, de favorecer un booking pace más controlado, de incrementar el ticket medio, de optimizar el proceso de compra, de profesionalizar la atención telefónica, de mejorar la reputación online o de controlar la estrategia de pricing, tanto de los competidores, como en sus canales de distribución que, con las nuevas modalidades alojativas, están ganando cierto protagonismo.
Nosotros hemos dado el salto con el lanzamiento de Paraty Campings, que fusiona lo mejor del motor de reservas para hoteles y cadenas, con funcionalidades y módulos específicamente desarrollados para este sector. Como, por ejemplo, la posibilidad de aplicar un precio base por capacidad, que es el que se toma como referencia para la tipología de alojamiento seleccionada, pudiendo añadir todo lo demás a modo de extra o servicio adicional, o un avanzado sistema de filtrado por niveles, que facilita al usuario tanto escoger entre los distintos tipos de alojamiento disponibles (parcelas, bungalows, glamping, etc.), como atinar al máximo en su selección. Y esto es solo la punta del iceberg…