FITUR 2021: La importancia de estar presentes
Eventos 01/06/2021
El pasado domingo, día 23 de mayo, se cerraban las puertas del Fitur más especial de todos cuantos se recuerdan. Una edición, la de 2021, que quedará grabada en nuestras mentes como un símbolo inequívoco del comienzo del retorno del turismo a la (nueva) normalidad. Se trata, de hecho, del primer gran evento internacional del sector, celebrado en formato presencial, desde hace prácticamente un año y medio. Y, pese a las dificultades, los escépticos y los detractores, 55 países, 5.000 empresas, más de 42.000 profesionales y 20.000 visitantes decidieron estar presentes para lanzar juntos un mensaje alto y claro: ese #volveremosaviajar está cada día más cerca.
Sabemos que 2020 ha sido duro. Durísimo en realidad. Sin embargo, no deberíamos hablar, en ningún caso, de un año en blanco. A lo largo de los últimos quince meses, mientras el mundo se detenía, los destinos no han podido permitirse parar. Al revés. Han trabajado sin descanso para permanecer en los pensamientos de los viajeros, para ponerse en su lugar e intuir sus intenciones. Siempre con el objetivo de ser los primeros en detectar el deseo de viajar y de traducirlo en la llegada de visitantes, en la confirmación de reservas, en cuanto la situación sanitaria y las restricciones de movilidad lo permitieran.
Todos se han visto obligados a combatir la Covid-19 acatando normas de prevención, imponiendo medidas de contención e implementando protocolos de seguridad. Pero ello los ha llevado, también, a mejorar sus instalaciones, a ampliar sus servicios y a identificar, para después desarrollarlos, nuevos productos adaptados al novedoso concepto de viaje pospandemia, en el que la intimidad, la naturaleza o las actividades al aire libre se han convertido en improvisados protagonistas, incluso allí donde nunca habían sido relevantes.
Los más proactivos no han cesado en su empeño de promocionarse, mediante el lanzamiento de campañas de marketing o la organización de eventos virtuales, sabedores de que, a mayor grado visibilidad, mayor ventaja sobre posibles destinos competidores. Por este mismo motivo, de nuevo sale a relucir la importancia de haber estado presentes en Fitur: para los destinos, no ha habido mejor oportunidad que esta para recordarle al mercado que siguen ahí, presentando sus flamantes novedades, al grito de “estamos listos para recibiros y lo haremos mejor que nunca”. A buen seguro, los 20.000 visitantes a los que aludíamos anteriormente, llegado el momento de reservar sus próximas vacaciones, tendrán mayor facilidad para recordar los destinos con los se cruzaron por los pasillos de Ifema, que aquellos que no asistieron.
Si estamos de acuerdo en que los destinos están más que preparados para la reactivación de los desplazamientos, también coincidiremos en que el tejido empresarial turístico, verdadero motor del sector, no se ha quedado atrás. Los sentimientos de esperanza y de optimismo han caracterizado los encuentros profesionales fraguados durante esos cinco días de feria, en los que el denominador común ha sido el deseo de volver a movilizar a millones de viajeros. Todos los presentes compartían actitud y objetivo: menos postureo y más negocio. La reactivación del turismo demanda, no solo su incuestionable impulso, sino también la necesaria alineación de las metas de los entes público y privado.
Quienes conformamos el equipo de Turobserver, por supuesto, estuvimos allí, así que hablamos con conocimiento de causa. La motivación de nuestra decisión de participar no fue otra que poder contribuir al relanzamiento de nuestro querido sector. Hemos tenido el gusto de sentarnos a charlar distendidamente con representantes de destinos nacionales e internacionales, con clientes consolidados y otros con potencial de serlo. Y nos hemos afanado en seguir recalcando algo que, a estas alturas, todos tenemos muy claro: hoy, más que nunca, la digitalización y la tecnología son parte indivisible de nuestras vidas, y la optimización de recursos, unida a una gestión más eficiente de los mismos, son necesidades a las que ningún destino puede renunciar.
La pandemia nos ha sumergido en un océano de datos y estadísticas, en el que ya nos movemos como peces en el agua, y nos ha enseñado también la importancia de basar las decisiones estratégicas en información actualizada y sostenible. De ahí que, al abanico de servicios que ya veníamos ofreciendo, hayamos añadido ahora nuestro Plan de Reactivación de la Demanda, un proyecto a tres años vista, presentado en primicia durante la feria, en el que nos prestamos a guiar y a acompañar a los destinos durante todo el camino de su recuperación, así como a facilitar su transición hacia la digitalización y la sostenibilidad.
¿Volverán los eventos presenciales puros, tal y como los conocíamos, relegando las plataformas digitales y los eventos virtuales a casos muy puntuales? Sin duda, la celebración de una feria en formato 100% presencial ha constituido un símbolo muy importante para un sector que se nutre de las experiencias, y es cierto que todos echábamos de menos, casi necesitábamos, tanto en lo personal como en lo profesional, mantener contactos directos, cara a cara, sin una pantalla de por medio. Además, los profesionales mismos del turismo, con sus desplazamientos, han dejado grabado el inequívoco mensaje de que viajar es posible, y celebrar eventos seguros, completamente viable.
Al mismo tiempo, en nuestra opinión, la tecnología ha llegado para quedarse, y su uso actual ha servido para potenciar eventos tradicionalmente presenciales. De nuevo, Fitur 2021 constituye un buen ejemplo. Este año la organización ha lanzado LiveConnect, una plataforma virtual que permite, a expositores y profesionales, contactarse y tener citas entre ellos durante un mes. Se trata de un complemento que, combinado con el formato presencial, aporta mucho valor a la feria. En un momento en el que siguen existiendo aún muchas dudas en relación con los riesgos asociados a la movilidad y a las aglomeraciones, es una alternativa muy interesante para quienes finalmente no pudieron estar en Madrid, pero también para los asistentes, que pueden prolongar las relaciones comerciales establecidas y agendar nuevas reuniones.
Por tanto, no creemos que haya que pensar en blanco y negro. La pandemia ha supuesto un punto de inflexión que, probablemente, no acabará con el formato presencial, pero casi con total seguridad modificará los que eran sus estándares hasta la irrupción del Coronavirus. Esto implica que existe una vía intermedia, que ambas modalidades, presencial y virtual, pueden convivir y, de hecho, nosotros apostamos por un futuro de eventos híbridos.
Si como seres sociales, por un lado, necesitamos el contacto directo, nos rendimos al poder de atracción de las grandes ferias para el cliente final, y asumimos su condición de escaparate para los destinos, por otro, debemos ser capaces de sacar provecho de las ventajas que nos brinda la tecnología, como el ahorro de tiempo y de recursos, o la oportunidad que representa para todas aquellas pequeñas y medianas empresas que, de otro modo, no podrían permitirse participar.
Hemos podido comprobarlo en primera persona en cada uno de los Destination Virtual Workshops que hemos organizado durante el último año para diversos destinos. Gracias a estos exclusivos eventos a medida, el empresariado local, sin moverse de su despacho, ha podido entrar en contacto y negociar con decision makers de agencias y turoperadores de todo el mundo, despertando o reavivando su interés por dichos destinos. En conclusión, la fusión de ambas opciones constituye un enorme salto cualitativo y una gran oportunidad comercial. Ahora bien, ya le corresponde a cada empresa o destino valorar las diferentes posibilidades a su alcance, estimar el retorno sobre la inversión que pueda generar cada acción, y tomar la decisión que considere más adecuada.
Sabemos que 2020 ha sido duro. Durísimo en realidad. Sin embargo, no deberíamos hablar, en ningún caso, de un año en blanco. A lo largo de los últimos quince meses, mientras el mundo se detenía, los destinos no han podido permitirse parar. Al revés. Han trabajado sin descanso para permanecer en los pensamientos de los viajeros, para ponerse en su lugar e intuir sus intenciones. Siempre con el objetivo de ser los primeros en detectar el deseo de viajar y de traducirlo en la llegada de visitantes, en la confirmación de reservas, en cuanto la situación sanitaria y las restricciones de movilidad lo permitieran.
Todos se han visto obligados a combatir la Covid-19 acatando normas de prevención, imponiendo medidas de contención e implementando protocolos de seguridad. Pero ello los ha llevado, también, a mejorar sus instalaciones, a ampliar sus servicios y a identificar, para después desarrollarlos, nuevos productos adaptados al novedoso concepto de viaje pospandemia, en el que la intimidad, la naturaleza o las actividades al aire libre se han convertido en improvisados protagonistas, incluso allí donde nunca habían sido relevantes.
Los más proactivos no han cesado en su empeño de promocionarse, mediante el lanzamiento de campañas de marketing o la organización de eventos virtuales, sabedores de que, a mayor grado visibilidad, mayor ventaja sobre posibles destinos competidores. Por este mismo motivo, de nuevo sale a relucir la importancia de haber estado presentes en Fitur: para los destinos, no ha habido mejor oportunidad que esta para recordarle al mercado que siguen ahí, presentando sus flamantes novedades, al grito de “estamos listos para recibiros y lo haremos mejor que nunca”. A buen seguro, los 20.000 visitantes a los que aludíamos anteriormente, llegado el momento de reservar sus próximas vacaciones, tendrán mayor facilidad para recordar los destinos con los se cruzaron por los pasillos de Ifema, que aquellos que no asistieron.
Si estamos de acuerdo en que los destinos están más que preparados para la reactivación de los desplazamientos, también coincidiremos en que el tejido empresarial turístico, verdadero motor del sector, no se ha quedado atrás. Los sentimientos de esperanza y de optimismo han caracterizado los encuentros profesionales fraguados durante esos cinco días de feria, en los que el denominador común ha sido el deseo de volver a movilizar a millones de viajeros. Todos los presentes compartían actitud y objetivo: menos postureo y más negocio. La reactivación del turismo demanda, no solo su incuestionable impulso, sino también la necesaria alineación de las metas de los entes público y privado.
Quienes conformamos el equipo de Turobserver, por supuesto, estuvimos allí, así que hablamos con conocimiento de causa. La motivación de nuestra decisión de participar no fue otra que poder contribuir al relanzamiento de nuestro querido sector. Hemos tenido el gusto de sentarnos a charlar distendidamente con representantes de destinos nacionales e internacionales, con clientes consolidados y otros con potencial de serlo. Y nos hemos afanado en seguir recalcando algo que, a estas alturas, todos tenemos muy claro: hoy, más que nunca, la digitalización y la tecnología son parte indivisible de nuestras vidas, y la optimización de recursos, unida a una gestión más eficiente de los mismos, son necesidades a las que ningún destino puede renunciar.
La pandemia nos ha sumergido en un océano de datos y estadísticas, en el que ya nos movemos como peces en el agua, y nos ha enseñado también la importancia de basar las decisiones estratégicas en información actualizada y sostenible. De ahí que, al abanico de servicios que ya veníamos ofreciendo, hayamos añadido ahora nuestro Plan de Reactivación de la Demanda, un proyecto a tres años vista, presentado en primicia durante la feria, en el que nos prestamos a guiar y a acompañar a los destinos durante todo el camino de su recuperación, así como a facilitar su transición hacia la digitalización y la sostenibilidad.
¿Volverán los eventos presenciales puros, tal y como los conocíamos, relegando las plataformas digitales y los eventos virtuales a casos muy puntuales? Sin duda, la celebración de una feria en formato 100% presencial ha constituido un símbolo muy importante para un sector que se nutre de las experiencias, y es cierto que todos echábamos de menos, casi necesitábamos, tanto en lo personal como en lo profesional, mantener contactos directos, cara a cara, sin una pantalla de por medio. Además, los profesionales mismos del turismo, con sus desplazamientos, han dejado grabado el inequívoco mensaje de que viajar es posible, y celebrar eventos seguros, completamente viable.
Al mismo tiempo, en nuestra opinión, la tecnología ha llegado para quedarse, y su uso actual ha servido para potenciar eventos tradicionalmente presenciales. De nuevo, Fitur 2021 constituye un buen ejemplo. Este año la organización ha lanzado LiveConnect, una plataforma virtual que permite, a expositores y profesionales, contactarse y tener citas entre ellos durante un mes. Se trata de un complemento que, combinado con el formato presencial, aporta mucho valor a la feria. En un momento en el que siguen existiendo aún muchas dudas en relación con los riesgos asociados a la movilidad y a las aglomeraciones, es una alternativa muy interesante para quienes finalmente no pudieron estar en Madrid, pero también para los asistentes, que pueden prolongar las relaciones comerciales establecidas y agendar nuevas reuniones.
Por tanto, no creemos que haya que pensar en blanco y negro. La pandemia ha supuesto un punto de inflexión que, probablemente, no acabará con el formato presencial, pero casi con total seguridad modificará los que eran sus estándares hasta la irrupción del Coronavirus. Esto implica que existe una vía intermedia, que ambas modalidades, presencial y virtual, pueden convivir y, de hecho, nosotros apostamos por un futuro de eventos híbridos.
Si como seres sociales, por un lado, necesitamos el contacto directo, nos rendimos al poder de atracción de las grandes ferias para el cliente final, y asumimos su condición de escaparate para los destinos, por otro, debemos ser capaces de sacar provecho de las ventajas que nos brinda la tecnología, como el ahorro de tiempo y de recursos, o la oportunidad que representa para todas aquellas pequeñas y medianas empresas que, de otro modo, no podrían permitirse participar.
Hemos podido comprobarlo en primera persona en cada uno de los Destination Virtual Workshops que hemos organizado durante el último año para diversos destinos. Gracias a estos exclusivos eventos a medida, el empresariado local, sin moverse de su despacho, ha podido entrar en contacto y negociar con decision makers de agencias y turoperadores de todo el mundo, despertando o reavivando su interés por dichos destinos. En conclusión, la fusión de ambas opciones constituye un enorme salto cualitativo y una gran oportunidad comercial. Ahora bien, ya le corresponde a cada empresa o destino valorar las diferentes posibilidades a su alcance, estimar el retorno sobre la inversión que pueda generar cada acción, y tomar la decisión que considere más adecuada.