«El 2019 será un año más complicado que el 2018 para el sector hotelero»

oscar-bacarditÓscar Bacardit, Director General en Hotel Puente Real, Flash Hotel Benidorm y Hotel Rosamar, hace balance de la situación hotelera actual y nos explica qué es lo que nos depara el 2019.

(1) Oscar, se acerca el final de año y nos gustaría que hicieras una valoración de lo que ha significado el 2018 para el sector hotelero.  Si te parece bien, podemos comenzar por la temporada de verano.

¿Crees que la vuelta de los destinos tradicionales turísticos al mercado (tales como Turquía), a la que ya nos hacías referencia en anteriores ocasiones, ha influido en las cifras que arrojan las últimas encuestas sobre el número de llegadas de turistas internacionales a España?

El descenso del número de llegadas de turistas a nuestro país ha dejado de ser una amenaza, para convertirse en una realidad.

Tal y como se anticipaba en los meses anteriores, el periodo estival ha estado marcado por la apertura de destinos por parte de los principales Tour Operadores europeos, lo que ha provocado este trasvase de turistas.

Sin embargo, este dato no se puede entender o ser analizado aisladamente, ya que la bajada de la Libra, el mundial de fútbol o los efectos del cambio climático en cuanto a las altas temperaturas vividas en el Centro-Norte de Europa, entre otros, han contribuido. de igual manera, a este descenso de turistas.

En este sentido, entiendo que la demanda, va a continuar bajando y, sobre todo, la ya famosa «burbuja hotelera» va a empezar a desinflarse.

Mi opinión es que han aparecido toda una serie de actores en el sector atraídos únicamente por su alta rentabilidad, realizando planes de negocio que toman como referencia los resultados de los atípicos últimos 2 años y sin tener en cuenta que ahora van a venir temporadas con números bien distintos.

Ya no se va a vender todo y sólo los productos con una buena relación calidad-precio, buena ubicación y un nivel de apalancamiento bajo van a poder subsistir en este escenario.

(2) Óscar, vamos a centrarnos en la «burbuja hotelera», ¿crees que los fondos de inversión, con su masiva entrada en el sector han podido fomentar esta situación?

Evidentemente todo lo que tense en exceso la oferta y la demanda favorece las «burbujas».

El dinero no cuesta y los bancos tienen que moverlo para no ser penalizados. Así, en este escenario, es sencillo apalancar un 70% o más de la inversión y obtener una rentabilidad de un 15-20% sobre el 30% de capital aportado.

Lo que sucede es que cuando el sector retrocede y no se puede mantener la premisa anterior empieza el riesgo. Al final, los fondos ceden gestión sin muchas más garantías que un buen plan de negocio. Cuando la gestora no llega se va, y ahí empieza el problema.

De todas formas, esto no es nuevo, y como ya ha ocurrido volverá a producirse una criba en el sector, algo que será bueno e incluso necesario porque los precios de los activos volverán a calcularse en base al beneficio de la media de 10 años y no como se ha hecho en algunas ocasiones en los últimos años.

(3) En este escenario, ¿qué crees que nos puede deparar el año 2019?

Estoy seguro que va a ser más complicado que el 2018, si no hay algún factor externo que cambie la actual situación.

Los hoteleros que  han trabajado a medio largo plazo tendrán menos problemas que los que han ido a corto, pensando que este negocio era muy fácil. Al final existe una cierta fidelización de los clientes que agradecen la inversión en mejora de instalaciones, en calidad y sus respectivos certificados y sobre todo en precio y servicio.

Tendremos que estar atentos a los números del mercado Británico, que en principio no «pintan» mal, pero que va a depender del tipo de Brexit y de su situación económica.

El resto de mercados, salvo algunos países del Este que van a dejar de operar zonas de España por su poca rentabilidad en comparación con los destinos emergentes, va a seguir prácticamente igual.

En cuanto al turista nacional, estoy seguro que va a seguir aumentando, al igual que ha sucedido este año. La razón es siempre la misma: el precio.

A menor demanda de mercado Internacional, bajada de precio, mayor competitividad y opciones de viajes para nuestro cliente interior en las zonas turísticas maduras.

(4) Oscar, sabes que no podemos dejar de hablar de distribución ¿continuamos con esa tendencia al alza de la Tour Operación? 

Pues la verdad es que a mi parecer sí.

La tendencia es muy clara, Booking.com y Expedia intentan entrar en este segmento con el empaquetado famoso, algo que evidencia la vuelta al paquete turístico.

La tecnología no para, con lo que existen herramientas de estas OTAs para buscarte el mejor precio de vuelo y el mejor precio de hotel (siempre a costa del descuento especial solicitado a los hoteleros).

Aquí, la pregunta es ¿hasta cuando hay hoteleros que por vender en Booking son capaces de sacrificar incluso el margen de la Tour Operación?  Pues parece que muchos.

Desde luego mi apuesta sigue siendo la del sentido común y la de la máxima distribución posible a coste razonable, utilizando el mayor número de escaparates posibles.

(5) Siguiendo esta línea, ¿te aventuras a contarnos que puede ocurrir a un medio plazo con el tema de los alquileres vacacionales?

Mi opinión es muy clara en este sentido. Estoy convencido que los alquileres vacacionales no son una moda, sino que se ha generado una demanda a la que le gusta este tipo de alojamiento.

Estoy seguro que el alquiler vacacional ha venido para quedarse, si bien también creo que va a haber una regulación mucho más estricta en este sector.

En un bloque de 25 vecinos no pueden co-existir apartamentos turísticos. La regulación debe ir en base a unificar los mismos en determinadas áreas y sin co-existir con viviendas de uso familiar/particular.

Los hoteleros tenemos que buscar las oportunidades y no sólo ver las amenazas. Qué busca el cliente de vivienda vacacional y qué le podemos aportar nosotros. Yo estoy seguro que si la competencia es leal (incluyendo impuestos y regulación laboral) van a poder convivir ambos modelos. Existe ya un cliente que prefiere alojarse en un apartamento, y no sólo por precio sino por concepto de viaje y de experiencia.